Pésimo partido el que jugamos el pasado sábado, sobre todo en la segunda parte, en la que el equipo pareció perdido y con una baja intensidad inusual en todas las líneas. Empezábamos el partido con el hándicap de tener que jugar con un portero como jugador, a pesar de tener 3 en la plantilla, pero por motivos dispares ninguno pudo jugar. A pesar de eso, el partido empezó muy bien para nosotros, dominando el juego en todas las facetas. Todo el equipo estaba muy enchufado, sobre todo en la línea defensiva, y se empezaron a generar ocasiones en el área rival. En una de ellas, en el minuto 15, Lukman conseguía abrir el marcador tras un buen pase en profundidad que acabó en vaselina. Todo iba perfecto, y el equipo rival apenas pisaba nuestra área. En el minuto 30 empezaron los cambios y poco después los visitantes se quedaban con uno menos por una expulsión. A partir de ahí, cuando todo parecía que iría aún mejor, el equipo empezó a dar su peor versión. En la última jornada de la primera parte, tras un error defensivo, nos empataban el partido, lo que suponía un jarro de agua fría en nuestras aspiraciones. Con 1-1 se llegaba al descanso. En la reanudación, a pesar de tener un jugador más, no conseguimos controlar el juego y lo que es peor, perdimos posiciones y la dejadez de casi todo el equipo era palpable. Con una actitud así, lo normal era que pasara lo que pasó. Uno tras otro nos fueron cayendo los goles sin que el equipo reaccionara, y sin que se arreglaran cosas que estaban claras que fallaban. Nos tenemos que quedar con la primera parte y mentalizarnos en que algo así no puede volver a pasar. Se puede perder un partido, pero la actitud y el amor por estos colores no puede faltar nunca. Esperemos darlo todo en el próximo partido y limpiar esta imagen tan mala que dimos.