Se presentaba un partido muy complicado ante el líder actual de la Clasificación, y de nuevo con la circunstancia negativa de no disponer de portero y tener que utilizar un jugador de campo para esa posición. A eso se le sumaba un gran número de bajas por varios motivos que dificultaban aún más el poder sacar algo positivo de esta salida. Volvimos a perder por goleada, pero en esta ocasión, a diferencia de la pasada jornada, el equipo si luchó y la actitud fue muy diferente. El encuentro empezaba mal para nosotros, y en el minuto 8 nos hacían el primer gol tras una contra. En el 16, tras un chute en el área, nos hacían el segundo, y en el 20, tras un mal rechace, el tercero. Con 3-0 parecía todo sentenciado, pero en el minuto 33 tuvimos una oportunidad de meternos en el partido tras un penalty a favor. Desgraciadamente, el portero rival se lo paró a nuestro delantero Lukman. Y para más inri, en la siguiente jugada, tras una nueva contra, nos hacían el cuarto. Con 4-0 llegamos al descanso. En la reanudación, y con todo ya perdido, decidimos dar un paso adelante con el riesgo de dejar más espacios atrás, pero era lo único que ya podíamos hacer. Pasamos de dominados a dominadores, y empezamos a crear más oportunidades que el rival, con una presión alta. En el minuto 21, acortamos distancias en el marcador tras un gol en propia de uno de los defensas rivales, que acumulaban mucha gente en el área. Poco nos duró la alegría, y en el 23, tras un pase largo, el rival ponía el 5-1 en el marcador. En el minuto 30, tras otro pase largo a la espalda de nuestros centrales, hacían el sexto. Así se llegaba al final, con la sensación de que el resultado era demasiado abultado, y quizás hubiera sido más justo un 4-2 por ejemplo. Pero la eficacia en el fútbol es fundamental, y en eso el equipo local estuvo contundente. Ahora tenemos una jornada de descanso e intentaremos mejorar para la próxima.