No pudo ser. El equipo cayó derrotado después de una racha de 7 partidos sin perder, no perdíamos desde el pasado 1 de diciembre. Pero perdimos con orgullo, acorralando en su área hasta el final a un gran equipo. El partido fue prácticamente calcado al de la primera vuelta. En la primera parte, no supimos desplegar nuestro mejor fútbol y nos costaba crear ocasiones de gol. El partido estaba igualado, con la posesión repartida entre ambos equipo, pero en el minuto 15, tras un despiste defensivo, nos hicieron el 1-0. El equipo rival tampoco creaba mucho peligro, aunque tuvieron alguna oportunidad de chutes lejanos, y el partido para nada parecía decantado del lado de los locales. Así acabó la primera mitad. En la segunda, de nuevo en el minuto 15, nos hicieron el 2-0, en una jugada muy similar a la del primer gol. A partir de ahí, mostramos nuestra mejor versión y nos volcamos hacia la portería rival. Álex Pérez acortaba distancias tras rematar de cabeza un gran centro de un saque de córner. Las oportunidades se sucedían, pero la puntería no la teníamos fina y el portero rival se erigió en el héroe del partido. Los locales apenas pasaban de medio campo y no dudaban en achicar balones. Los superábamos en todas las facetas, y ellos perdían tiempo descaradamente a la menor oportunidad, sobre todo con el tema de los cambios. EL árbitro no supo parar esa situación. Todo parecía prever que llegaría el empate, y si así era seguramente la victoria habría sido nuestra, pero no llegó y el partido acabó en 2-1, con el equipo rival pidiendo la hora. La derrota fue dura,si, pero nos fuimos al vestuario con la satisfacción de haberlo dado todo en la segunda mitad. Si hubiéramos tenido la misma actitud en la primera parte, seguramente el resultado habría sido otro, por eso debemos aprender de nuestros errores.