Nos presentábamos en el Municipal de Canyelles con solo 11 jugadores, pero con muchas ganas de jugar y de dar la cara frente a un gran rival. El partido empezó de la peor manera posible, ya que el rival se adelantaba en el minuto 2 tras el rechace de un córner mal despejado. A partir de ahí pudimos bajar los brazos pero seguimos luchando y haciendo nuestro juego y en el minuto 10 empatamos el partido gracias a un chut raso de Alberto en el borde del área. El empate nos dio aire y seguimos haciendo nuestro juego, hasta que en el minuto 20 nuestro portero Jordi, que volvía al equipo tras varios años, se lesionaba de gravedad y tuvimos que poner a un jugador de campo, llegando a ser 10. Se notó nuestro jugador de menos y en 10 minutos el rival marcaba el 2-1 y el 3-1 en dos jugadas muy similares. Llegado el descanso fuimos al vestuario con ganas de seguir trabajando en la segunda mitad. Ya en la segunda parte llegaron refuerzos y volvíamos a ser 11 jugadores y, en el minuto 36, David lograba el 3-2 tras un chut raso. El equipo estaba muy motivado, exhausto pero con ganas de lograr lo imposible. Por desgracia, en el minuto 37 el rival marcaba tras un fuera de juego bastante claro y una falta previa que el colegiado no señaló. Podríamos haber bajado los brazos, pero no fue así y seguimos jugando e intentándolo, pero ya las fuerzas no dieron para más. Derrota sí, pero con un cambio de mentalidad muy positivo que seguro que nos ayuda a crecer como equipo. Agradecer a los aficionados y aficionadas del Torrente Parera el desplazamiento, el apoyo y compañía en la banda.